
No fueron las 3 horas “prometidas”, pero ayer en Madrid vivimos una noche de rock divertida. Un circo de punkrock muy profesionalizado que sonaba muy bien…si Sid Vicious levantara la cabeza…
Nada de intimismos, nada de rarezas, mucha juerga, mucho numerito circense, mucho espectador al escenario…el show es lo que manda y es por ese motivo, y alguno más que no sabemos, el por qué Green Day sigue en la brecha y Offspring, Rancid o NOFX ya no.



El repertorio escogido fue el ideal. Primó lo que su nueva legión de seguidores demanda, lo último, pero tuvo concesiones para sus seguidores más talluditos con “She” “Basket Case” o “Welcome to paradise”. A lo mejor sonó demasiado bien para ser un concierto punk, pero es que Green Day son punkis a su manera, no son unos "perroflauta" que okupan casas cuando giran, eso ya no.
El exceso de numeritos desvirtuó el show. Antes de hacerlo me he llegado a plantear si escribir esta aseveración, porque a decir verdad, la gente parecía pasarlo en grande cuando Billy Joe hacía subir a un punky de la Pozueloborroka para hacerle tirarse al público en plancha o cuando invitó a 3 espectadores a subir a “cantar” Longview (por cierto, aprovecho para comentar qué bajo está el nivel de inglés de nuestros jóvenes, señor presidente!) o cuando tiró camisetas con un bazoca, pistolas de agua, pistolas de papel higiénico etc…

Resulta curioso que en un concierto de Green Day se aclame más “American idiot” que “Basket Case”, porque el show de ayer no era para treintañeros, sino para veinteañeros que han hecho de Green Day su banda de referencia. Ya lo dijimos el otro día en el post de Michael Jackson, no hay nada a lo que agarrarse ahora…

¿Sucumbió el punk al capitalismo? Es el eterno dilema con estos chicos que ya no son tan chicos. Aún recuerdo a Evaristo, estandarte del punk en España, salir de su concierto del Extremusika 2009 con una botella de vino “cosecha estupenda” de 50 pavos en la mano…y a estos les pasa lo mismo pero a lo grande, aunque ese es otro debate.
En ciertos momentos lo pueden tachar de infantil… Billy Joe enseñando el culo…en fin…pero la esencia y el concepto son muy buenos. Tres tipos que salen al escenario (acompañados de 3 músicos) a hacer que 18.000 personas lo pasen bien y encima lo consiguen. Se merecen los respetos de un humilde servidor, que para que negarlo, se dejó llevar y lo pasó muy bien.
Seguro que hoy 18.000 chavales en Madrid habrán despertado con una sonrisa en la boca y, con los tiempos que corren, me parece que ya es algo importante.